lunes, 22 de julio de 2013

            CAPITULO 2
            -Jordi, he de estudiar música.
            -Vale, nos vemos –Me contestó sonriendo
            -Nos vemos. Un beso.
            -Un beso, cielo.
Apagué el ordenador. Eran casi las seis de la tarde, tenía que hacer los deberes y estudiar guitarra. Creo que no os lo he contado. La guitarra es mi pasión. Hace seis o siete años empecé a estudiar, y ahora, quiero entrar en el Liceo de Barcelona.
Tenía hambre. Solo llegar a casa me había puesto a hablar con Jordi y no había comido nada.
Saqué los libros y me puse a hacer deberes. No me apetecía nada, pero es lo que toca. Me pasé una hora para hacer los deberes de naturales, media para los de matemáticas y otra media para estudiar inglés. Ya había suficiente por hoy. Ahora tocaba estudiar guitarra. Ya eran las ocho, quedaba una hora y media para ir a casa de Laura, y tenía que cenar. Seguramente también irá Marta, seguro que me sacan el dichoso tema. A Marta también le gusta ‘’Polseres Vermelles’’, y está enamorada de un tal ‘’Nil Cardoner’’. Cogí la guitarra y me puse a tocar un minueto muy bonito. No me salía, así que me pasé hasta las nueve ensayándolo, ya casi me salía. Llegó mi madre. Me dio dos besos y le conté que me iba a casa de Laura a ver la serie esa.
Nos sentamos en la mesa del comedor y sacó la comida.
            -¡Clara! ¿Cómo es que no has comido?
            -Mmm… Solo llegar a casa me puse a estudiar inglés. Ya sabes qué primero de bachillerato es muy complicado y estamos llegando a fin de curso, he de estudiar.
            -Me parece muy bien que estudies, pero has de comer. Que no se vuelva a repetir. Por cierto, ¿qué tal está Jordi? ¿Has hablado con él?
            -Esta bien, hemos hablado esta tarde un rato cuando acabé de estudiar. Todo le va perfecto –Contesté, mintiendo un poco. No quería hablar del tema.
Acabé de cenar, recogí la mesa y le di un beso a mi madre.
Salí de mi casa corriendo, tenía que llegar a tiempo. Al fin, llegué a su casa, piqué al timbre y me abrió la puerta.
            -¡Hola Laura! –Dos besos.
            -¡Hola Clara! Pasa, pasa, que está a punto de empezar.
Entré a su casa y me dirigí al salón. Como no, ahí estaba Marta, sentada en el sofá comiéndose una bolsa de patatas. Qué envidia le tengo. Es una de esas chicas que puede comer y comer y comer sin engordar ni un gramo.
            -¡Hey Marta! Deja ya de comer, que te pondrás como una foca. –Dos besos.
            -¡Hey Clara! Si, debería dejar de comer ya.
Lo que me esperaba. No tenía ganas de ver una serie tan triste, no tenía ganas de llorar, pero es lo que toca.
            -Y Clara, ¿Ya has hablado con Jordi? –Me preguntó Laura.
            -No quiero hablar del tema
            -¡Calla, calla que empieza! –Dijo Marta chillando.
Empezó el capitulo. Me puse a mirarlo, no había más remedio. Sonó mi móvil. Era un WhatsApp de Jordi. ‘’Hola cielo, ¿Qué tal todo? Te echo de menos. Mañana solo faltarán 13 días. ¡Qué ganitas! PD: te quiero’’
Joder, que mono.
            -Clara, ¿¡que te ha dicho, que te ha dicho!? –Chilló Laura.
            -No te interesa, tu atenta a la serie. ¡Mira ahí hay uno muy guapo!
            -¡Puaj! El Mikel Iglesias es muy feo. ¡Está mucho mejor Igor! –Me dijo Laura con los ojos brillantes – Pero quiero saber lo que te ha dicho Jordi, ¡porfa, porfa!
            -Está bien –Le enseñe el IPhone
            -Bff… eso suena a cuernos…- Soltó Marta.
            -¡Que no! No me está poniendo los cuernos y punto. Va, centraros en la serie, que si no, no os enteráis. –Dije de mal humor.
Todas se giraron y se pusieron a mirar la televisión. Bueno, pues me centraré en la serie. Me puse a mirarla. Joder, que pena de serie, que hartón de llorar. Pues no estaba tan mal, la serie, sobretodo uno de los protagonistas, Ignasi creo que se llama, ¡que bueno está!
Acabó el capitulo.
            -Que Clara, al final te ha gustado, ¡eh! –Dijo Laura
            -Bueno, no está mal. Sobre todo el Ignasi ese, ¡está buenísimo! –Dije con una risita – ¿Como se llama?
            -Creo que Mikel Iglesias, pero tía, ¡ese es muy feo, está mucho mejor Igor!
            -¡No, mucho mejor Nil! –Chilló Marta.
            -Bueno chicas, creo que me voy a ir a casa. Estoy muy cansada. –Dije bostezando.
            -¡Vale guapa! Nos vemos mañana, buenas noches. –Dijo Laura, mientras apagaba la tele y se sentaba en el sofá. Parecía cansada.
            -Si, yo también me voy. Buenas noches –Contestó Marta.
Las dos le dimos dos besos a Laura y nos fuimos. Andamos cinco minutos comentando la serie y los actores.
            -Clara, he de confesarte una cosa –Me dijo mirándome a los ojos – Prométeme que no se lo dirás a Laura ni a nadie.
            -Claro, te lo prometo.
            -Ayer por la noche, me acosté con Iván. –Dijo, con voz muy bajita.
            -¿¡Qué!? ¿¡Como?!
            -Ayer, cuando estábamos en Cocoa Mataró y todos os fuisteis a casa, yo llevaba un pedo tremendo y él me dijo de ir a tomar la última copa a su casa. Acepté y en cuanto llegamos se me lanzó encima y me empezó a besar. Cuando me he despertado esta mañana, no me acordaba de nada. –Me dijo, con una lagrima que le caía.
            -Marta, ahora no es momento de lamentarse. Lo que está hecho, pues hecho está. Ahora ya no puedes volver atrás. Lo importante es: ¿No te habrás enamorado?
            -Pues no sé. –Me contestó, sonrojada.
            -Bueno, mañana hablamos que ahora tengo la cabeza un poco revuelta. Nos vemos. –Dos besos
            -Vale, mañana hablamos. No se lo cuentes a nadie. Buenas noches.
No podía creer lo que había pasado. Marta es una chica fantástica, guapa, inteligente, amable, simpática… e Iván… pues no es su tipo. Además hay algo que Marta no sabe sobre Iván. Y es que Iván, hace más de tres meses que está saliendo con Nerea.


Suena el despertador. Me cago en todo. Empieza un nuevo día. Que pereza, y encima esta tarde tendré que pasármela estudiando guitarra.
Me levanto de la cama y me dirijo a la ducha. Me espera un largo día. Empiezo a enjabonarme el pelo con un champú con olor a fresa. Me encanta. Salgo de la ducha y me dirijo a la cocina, he de desayunar algo, si no después me muero de hambre. Tomaré un vaso de leche.
            -Buenos días, cielo.
Era mi padre. Ya había llegado de trabajar después de toda la noche. Él es médico, y una vez a la semana le toca trabajar algunas noches. Mi madre, en cambio, tiene un bar.
            -Buenos días, papa –Le doy un beso.
Ocho menos veinte. Tenía que salir ya de casa. Cogí la mochila y me dirigí corriendo a casa de Marta. Somos vecinas y vamos juntas al instituto.
            -Good morniiing Marta. ¿Qué tal llevas el examen de inglés?
            -Buenos días. Prefiero no hablar del examen de ‘’míster ardilla’’ –Es así como llama al profesor de inglés.
            -Marta, sobre lo que me contaste ayer, lo de Iván. Has de saber una cosa.
            -Dime.
            -Iván está saliendo con Nerea desde hace tres meses.
Y fue entonces, cuando Marta me dio el susto de mi vida. Cayó desplomada al suelo. Se había desmayado.


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